CULTURA RELIGIOSAEL MUNDOFORMACIÓN RELIGIOSALIBERTAD CATÓLICAEl hombre Dios que espera consolar al hombre.
El segundo domingo de Adviento la palabra de Dios nos invita a la paz. Es el mismo Señor quien estalla en el grito: “Consuelen, consuelen a mi pueblo”. No es una paz cualquiera, sino un regalo de Dios que se realiza hablando al corazón del hombre.