Dichosa eres, Virgen María, que llevaste en tu seno al Creador del universo. Engendraste al que te creó y permaneces virgen para siempre. Carta de San Atanasio a Epícteto, 5-9 La Palabra tendió una mano a los hijos de Abrahán, como afirma el Apóstol, y por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos y asumir un cuerpo semejante al nuestro. Por esta razón, en verdad, María está presente en este misterio, para que de...